Ricardo y su hija Metzlie están animados y felices, celebrando el cumpleaños de un estudiante de su clase de instrumentos de viento. Están disfrutando del amplio patio de la Casa Tres Mundos, un centro cultural y una escuela de música y arte ubicada en el centro colonial de Granada (Nicaragua). Lo que unifica el grupo de estudiantes es el amor por la música, especialmente los sonidos incomparables de los instrumentos como la trompeta, el barítono y la tuba, y su deseo de perfeccionar sus habilidades como músicos.
Ricardo Ali Lacayo Balmaceda, 39 y su hija única Metzlie Nayeli Lacayo Castillo, 11 estudian los instrumentos de viento con el profe Edwin Torres desde hace tres años. Son de un barrio pobre en el norte de Granada y no tuvieron la oportunidad de estudiar la música hasta que llegaron a la Casa de los Tres Mundos. Aprendieron sobre las clases de instrumentos a través de la Iglesia local y Metzlie empezó a los 8 años con clases de barítono y de solfeo. Su papá Ricardo se juntó después y desde entonces, padre e hija atienden la escuela de música por la tarde, tres veces por semana.
Que significa la Casa de los Tres Mundos para Ricardo? Él dice que la Casa “le salva la vida”, le ayuda a olvidar “el ruido del mundo” y le nutre de cultura y de música. Ricardo explica con orgullo que su instrumento, la imponente tuba y el instrumento más chiquito de Metzlie, el barítono, son ambos en la clave de fa y se tocan con técnicas similares. Cuando Metzlie sea mayor, ella podrá fácilmente tocar la tuba, algo especial para ella porque generalmente la tuba es tocada por hombres adultos.
Para Metzlie, la Casa de los Tres Mundos es un lugar para aprender a tocar instrumentos, la oportunidad de aprender a leer la música y conocer nuevos amigos que aman también la música. Ella está aprendiendo la música clásica y la música tradicional nicaragüense, como canciones del autor Carlos Mejía Godoy y también canciones de otros autores de países de América Latina. Ricardo y Metzlie han podido disfrutar de conciertos en el Teatro Nacional de Managua, con el apoyo de la Casa de los Tres Mundos.
Papá e hija dicen que estudiar la música juntos ayuda a fortalecer su relación. La música es una pasión que une la familia y que ha ayudado Ricardo y Metzlie a comunicar y superar momentos de dinámica familiar más difíciles.
Ricardo afirma la importancia de la música en su vida. Le gusta actuar y tocar durante los conciertos y está contento de tocar bien después de tanto tiempo dedicado a estudiar y ensayar. Le gusta el sentimiento de haber hecho “un buen trabajo” como músico y comparte con su hija la satisfacción y autoestima que acompañan la actuación frente al público.
Ricardo insiste en un punto específico: “No pagamos nada para venir aquí”. La Casa Tres Mundos ofrece clases gratuitas de instrumentos, acceso a conciertos en la capital y presta instrumentos sin costo para que los y las estudiantes puedan practicar en su casa. La Casa permite que la cultura, el arte y la música del mundo sean accesibles a todos, ricos y pobres, sin barreras. Eso es de mucho peso en un país como Nicaragua, el segundo más pobre de las Américas.
Odette Langlais, voluntaria, Amigos Casa Tres Mundos, noviembre 2017
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