«Talento, beca, estudio….»
«Con MelB he aprendido a buscar las cosas que no están en nuestras manos. He aprendido que se puede recibir mucho dando poco. Que, si empezamos con los niños, la sociedad se desarrolla de manera positiva; que llegamos a los padres a través de los niños. He aprendido que la música también significa disciplina. Una disciplina que puede ser agradable y divertida.»
El camino de Reyna Somarribas fue especialmente marcado por Música en los Barrios. En las clases de flauta su talento musical fue descubierto y fomentado. Hoy está estudiando dirección coral en Costa Rica.
Todo comenzó a la tierna edad de cuatro años en el Centro Cultural en Barrio Norte Batahola, Managua, donde Reyna escuchó por primera vez el sonido de las flautas dulces y del canto coral. Para entrar al coro y recibir sus primeras clases de flauta, sin embargo, tuvo que esperar hasta cumplir los siete años. Padre Ángel Torrellas le transmitió conocimientos musicales básicos, y en el año siguiente ya obtuvo una beca completa para clases de violín y piano. Con solo once años comenzó a enseñar a los niños en los barrios sus primeros tonos en la flauta. Su primera sesión didáctica la fascinó: «Me impresiona cada vez que veo cómo se desarrollan los niños y cuánto crecen por el reto que supone la música. La enseñanza me ha cautivado. Éstas son las razones por las que todavía me encanta trabajar con MelB». El entusiasmo por la música, el talento, y, en particular, la gran disciplina la llevó a donde está hoy en día: en medio del estudio de la música en Costa Rica, después del bachillerato con honores, después de varios años como directora de MelB – hoy en día es directora musical del proyecto, después de muchos conciertos, varios coros dirigidos en Costa Rica y Nicaragua, grabaciones y giras exitosas. Después de graduarse Reyna quiere volver a la Música en los Barrios. Con muchos planes y nuevos proyectos en mente como, por ejemplo, la música de cámara con flautas dulces, el establecimiento de un coro de niños y cursos de dirección.
Karla Domínguez también cuenta con una carrera impresionante de niña en Música en los Barrios. A la edad de diez años recibió su primera clase de música en el Barrio Sur Batahola. Sólo tres años después, en 1994, se presentó como «profesorita» delante de 20 alegres estudiantes. Unos años más tarde reflexionó: «Cada fin de semana, ya sea en escuelas, iglesias o en el patio trasero de un edificio residencial, la frecuentemente triste realidad de los niños está olvidada rápidamente. Ellos se sumergen en un mundo de canto, de juego, de flautas, ritmos y tonos de inventar, un mundo de aprender y reír».
Ahora se ha atrevido a dar un gran paso: Desde 2007 Karla estudia pedagogía de instrumentos con flauta dulce en Colonia, Alemania. A pesar de que con sus estudios será una profesora con un nivel de cualificación muy avanzado, hace hincapié en la importancia de sus primeras experiencias docentes en Música en los Barrios. Al proyecto Música en los Barrios, con el que se siente vinculada incluso a distancia, quiere volver – y esto no sólo una vez al año, sino para siempre, para ofrecer lecciones de flauta con nuevas técnicas y métodos de enseñanza. Porque «una sociedad no sólo se puede desarrollar en nivel técnico y económico, sino también en el sentido cultural. ¡Y, por tanto, MelB es más importante que nunca!»