Una cinta del cineasta inglés Dominic Allan, que nos mostró a un Jean Marc Calvet completamente desnudo, como un hombre que a pesar de los errores del pasado, se enfrenta a sus demonios y hoy sigue adelante con sus proyectos de vida.
Un filme revelador, que hace recuento de su historia como chico de la calle, convertido en guardaespaldas en Cannes y cómo a los 38 años de edad superó sus adicciones con una extraordinaria metamorfósis que lo llevó a pintar.